
Cinco consejos para reutilizar los restos de alimentos
En muchos hogares, las peladuras de patata, las puntas de zanahoria y los tallos de brécol acaban en la basura orgánica. De hecho, estas partes suelen ser las más nutritivas y sabrosas. Los cinco consejos y trucos siguientes le dirán cómo puede aprovechar los supuestos restos de alimentos para elaborar platos deliciosos, preservando el medio ambiente y ahorrando dinero en el proceso.
Los puntos clave
- Procesado de hojas verdes: integre hojas verdes comestibles en salsas de pesto o batidos.
- Patatas fritas con cáscaras: utiliza las cáscaras de patata y plátano para hacer patatas fritas.
- Caldo de verduras: preparar caldo a partir de residuos vegetales.
- Aprovecha el agua de cocción: reutiliza el agua que hayas usado para cocinar para plantas, salsas, para remojar legumbres o para hacer pesto.
- Cultivo de hortalizas: utiliza cualquier trozo cortado del extremo de las hortalizas para cultivarlas.
Reutilización de los residuos de alimentos - lista de contenidos
En Alemania se tiran 75 kilos de alimentos al año de media por persona. Esto incluye los residuos procedentes tanto de la preparación de alimentos como de los restos de comida, así como los residuos verdes. Sin embargo, muchos restos desechados pueden reciclarse sin problemas. De este modo, todos podemos hacer algo para luchar contra el despilfarro de alimentos:
1.
Verduras como potenciador del sabor, en batidos o como pesto

Pesto - la forma ideal también de reutilizar las nutritivas verduras de hoja verde de las zanahorias, etc.
Las hojas verdes de las zanahorias, los colirrábanos, las remolachas y los rábanos no deben tirarse sin más, ya que son absolutamente comestibles y además contienen muchos ingredientes saludables. Las hojas pueden utilizarse como hierba en diversos platos, de forma similar al perejil, o añadirse a los batidos. Otra posibilidad es convertir las verduras en un delicioso pesto. Para ello, basta con mezclar las partes verdes sobrantes de la verdura con los frutos secos de su elección, aceite de alta calidad, sal, pimienta y un poco de parmesano.
Lashojas deruibarbo, por ejemplo, contienen una gran cantidad de ácido oxálico, por lo que no son aptas para el consumo en ningún caso
2.
Reutilización de peladuras de frutas y verduras
Las patatas fritas no tienen por qué hacerse siempre con patatas enteras, también pueden hacerse con la piel. Basta con limpiar bien las peladuras de patata, rociarlas con un poco de aceite de oliva, hierbas y especias, y hornearlas a 200 °C durante unos 15 minutos. Puedes decidir cuánto aceite y sal añadir, ofreciéndote una alternativa saludable a las patatas fritas del supermercado.
Pero no sólo las peladuras de verduras se prestan a la preparación de sabrosos manjares. La piel de un plátano también se puede utilizar para hacer patatas fritas, por ejemplo. En primer lugar, lava bien la piel del plátano. A continuación, cortar en tiras finas. A continuación, se hierven las tiras durante unos diez minutos, se pasan por harina y se fríen en aceite. Por último, pero no por ello menos importante, dale una buena dosis de condimento a tus chips de plátano. La piel del plátano contiene incluso más ingredientes saludables que la propia fruta. Sin embargo, debes utilizar plátanos ecológicos, ya que las frutas convencionales contienen demasiados residuos de pesticidas en la piel.
3.

¿Sigue tirando las peladuras de las verduras? Es mejor convertirlos en un delicioso caldo de verduras.
Reutilización de peladuras de frutas y verduras
El caldo de verduras no puede faltar en ninguna cocina. Y puedes hacerla tú mismo sin mucho esfuerzo utilizando restos de cocina. Después de cortar las verduras, congela siempre las sobras.
En cuanto hayas recogido suficientes restos de verduras de distintos tipos, ponlos a hervir en una cacerola con abundante agua. Sazonar el caldo con hierbas fres cas, sal y pimienta. A continuación, cuela los restos y vierte el caldo en recipientes limpios y fáciles de cerrar. El caldo de verduras casero se mantendrá fresco en el frigorífico durante varios días. Por supuesto, también se puede congelar en porciones para que dure más. El caldo de verduras puede utilizarse como base para salsas.
4.
No tires el agua hervida
En muchos hogares, la pasta es un plato que se sirve varias veces a la semana. Cocer la pasta al dente en abundante agua con sal. Pero el agua de la pasta es demasiado buena para tirarla por el desagüe. Porque con el agua de cocer la pasta se pueden hacer muchas cosas. Sus plantas, por ejemplo, disfrutarán de los minerales que contiene el agua. Otra posibilidad es condimentar las salsas con agua para pasta. Se vuelven aún más cremosos debido al almidón que contiene. Esta fantástica agua de delicioso aroma también es ideal para remojar legumbres o como ingrediente del pesto.
No obstante, hay que tener cuidado con el agua de patata. Las patatas contienen solanina venenosa, que pasa al agua cuando se cocinan. Así que es mejor quitar el agua de cocción de las patatas.
5.
Reenraizar hortalizas en un abrir y cerrar de ojos
Se pueden cultivar fácilmente nuevas hortalizas a partir de trozos cortados de las puntas de muchas hortalizas. Para la lechuga, la cebolleta, el puerro y el apio, hay que cortar un trozo de 5 cm de largo; para la cebolla y el colinabo, sólo 2 cm. Después, las piezas finales deben colocarse en agua para que arraiguen. Pasados de cinco a siete días, puedes sacar el tallo del agua y plantarlo en tierra. Pronto tendrás tus propias verduras cultivadas en casa.
Importante: cuando utilices restos de fruta y verdura, asegúrate de utilizar productos ecológicos. Esto se debe a que, en la agricultura convencional, la cáscara y también las hojas de los alimentos se tratan con pesticidas y, por lo tanto, no deben consumirse.
Diviértete probando nuestros trucos de cocina.
Esto también podría interesarle

Consejos para evitar el desperdicio de alimentos: ¡demasiado buenos para la basura!
Descubra tres consejos para evitar el desperdicio de alimentos y ahorrar a largo plazo. Descubra cómo hacer un presupuesto inteligente y ahorrar recursos

Planificar la compra semanal
Planificar la compra semanal: ahorrar tiempo y dinero, disfrutar de una dieta equilibrada y evitar el desperdicio de alimentos.
