Pistacho: origen e ideas para su transformación
Ya sea en helados o en salchichas: podemos encontrar pistachos en todo tipo de alimentos que no necesariamente esperaríamos que estuvieran. Dondequiera que estén, siempre añaden un toque especial de clase a una amplia gama de alimentos. Siga leyendo para conocer el origen de los pistachos, qué tipo de alimento son y cómo puede utilizarlos.
Los puntos clave
- El origen de los pistachos está en Oriente Próximo.
- Su color verde se debe al pigmento clorofila, mientras que el violeta de la piel se debe a las antocianinas.
- Los pistachos son ricos en grasa (aprox. 60%), así como en proteínas, potasio, calcio y hierro.
- Debido a su alto contenido en grasa, pueden enranciarse rápidamente, por lo que es esencial conservarlos herméticamente.
El origen de los pistachos - índice
El origen de los pistachos
Oriente Próximo es la patria del pistachero. Este árbol de la familia del zumaque prospera mejor aquí, porque es cálido y seco. Hace casi dos mil años, los romanos contribuyeron al reconocimiento internacional del pistacho. Así llegó a Italia a través de Siria, y aún hoy crece en Italia. El pistachero también se cultiva en África, Asia, otros países europeos y Estados Unidos. Turquía es el principal productor.
El pistachero alcanza los diez metros de altura y da frutos que nos interesan especialmente. Son frutas de hueso: una semilla encerrada en un núcleo duro y leñoso. Y la semilla es lo que generalmente llamamos pistacho: triangular, en su mayor parte verde y cubierta por una fina piel morada. Por tanto, el pistacho no es un fruto seco, como podría creerse erróneamente, sino la semilla de una fruta de hueso.
¿Por qué son verdes los pistachos?
Las pequeñas semillas de pistacho contienen un ingrediente muy específico en cantidades relativamente grandes: la clorofila. En las semillas del pistacho se pueden encontrar hasta tres miligramos por cada cien gramos de este pigmento verde. La piel violeta obtiene su color de otro pigmento natural, un tipo de antocianina. Por cierto, las moras, la piel de las berenjenas, las cerezas y muchos otros frutos morados también están coloreados por antocianinas.
Un ingrediente del pistacho destaca especialmente: la grasa. En 100 gramos de semillas de pistacho se pueden encontrar hasta 60 gramos de grasa. Además del 60% de grasa, una semilla de pistacho contiene aproximadamente un 20% de proteínas. En cuanto a los minerales, destacan sobre todo el calcio, el potasio y el hierro. Los pistachos los contienen en cantidades considerables.
La gran cantidad de grasa es también la causa de que los pistachos se pongan rancios rápidamente. Esto se nota inmediatamente en el olor y el sabor, y las semillas dejan de ser comestibles. ¿Cómo puede prevenirse este proceso? El contacto con el oxígeno debe evitarse en la medida de lo posible. Los pistachos se mantienen frescos durante mucho tiempo en el frigorífico si se guardan sin pelar en un recipiente hermético. La humedad controlada y la baja temperatura protegen perfectamente su sabor y su textura crujiente.
Recetas con pistachos
Hay una buena razón por la que las cifras de ventas de pistachos siguen aumentando: su sabor es sencillamente delicioso. Su sabor recuerda al de las almendras y su semilla verde puede utilizarse en dulces y salados. La mayoría las disfrutamos asadas, porque el sabor sólo se despliega realmente al tostarlas. Los pistachos tostados y salados son el tentempié perfecto. Abrir la concha es un ritual que le pertenece. Pero los pequeños pistachos verdes pueden hacer mucho más. ¿Ha preparado alguna vez su propio dulce de pistacho? Basta con derretir unas cucharadas de azúcar en una olla o sartén y añadir la misma cantidad de semillas de pistacho.
El paté de carne refinado con pistachos es delicioso y fácil de preparar. Para la versión sencilla sólo hay que mezclar carne picada con un puñado de semillas de pistacho, un huevo y un poco de pan rallado. Añadir la cebolla y el ajo, así como sal y pimienta al gusto. A continuación, extienda la mezcla sobre la masa de hojaldre extendida y cubra el relleno con la masa. Métalo en el horno y pronto tendrá un buen paté que sabe especialmente delicioso con una salsa de nata.
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