
Leche: proteínas y grasas como fuente de nutrientes
La leche aporta nutrientes como proteínas, calcio y vitamina B2 y forma parte integrante de nuestra dieta desde hace siglos. Sin embargo, sigue siendo un tema de debate, ya sea por intolerancias, por su contenido variable en grasa o por cuestiones de caducidad. En este artículo, aprenderá por qué algunas personas experimentan dolor de estómago después de consumir leche, cómo afecta el contenido de grasa al sabor y qué procesos se utilizan para prolongar la vida útil de la leche.
Tiempo de almacenamiento*
| Cajón BioFresh Meat & Dairy justo por encima de 0 °C con alta humedad | 12 días |
| Compartimento frigorífico 7 °C | 3 días |
| Congelador -18 °C | 2 meses |
Los puntos clave
- La leche proporciona proteínas de alta calidad que el organismo puede utilizar fácilmente.
- La intolerancia a la lactosa está causada por la falta de la enzima necesaria para descomponer el azúcar de la leche, lo que provoca problemas digestivos.
- El contenido de grasa afecta principalmente al sabor, pero no al valor nutritivo.
- Los procesos especiales y la pasteurizaciónalargan la vida de la leche; una vez abierta, es importante mantenerla refrigerada.
Lactosa - ¿es inevitable el dolor de estómago después de beber leche?
Además de su alto contenido en proteínas, la leche contiene 4,7 gramos de azúcar de la leche -también conocido como lactosa- por cada 100 gramos. La lactosa es un disacárido formado por glucosa y galactosa que el organismo debe descomponer en sus dos componentes durante el proceso digestivo. Para ello se necesita una enzima (lactasa). Esto es lo que les falta a las personas afectadas por la intolerancia a la lactosa.
En cambio, la lactosa es descompuesta por las bacterias del intestino, lo que genera gases que producen una sensación de hinchazón y, en ocasiones, también dolores de estómago. Normalmente, de bebés sólo tenemos la enzima necesaria para descomponer la lactosa de la leche materna. Sin embargo, en los países del norte de Europa, la leche de vaca y de otros mamíferos ha sido un componente importante de la dieta durante mucho tiempo, por lo que muchas personas han seguido produciendo la enzima. Por este motivo, la proporción de personas con intolerancia a la lactosa en países más meridionales -por ejemplo, en países africanos y asiáticos- también es mucho mayor.
Más grasa en la leche significa más sabor
La leche de vaca recién salida de la ubre tiene un contenido natural de grasa de entre el 3,8 % y el 4,3 %. Sin embargo, en un supermercado podemos elegir entre un contenido de grasa del 1,5 % o del 3,5 %. ¿Por qué? A lo largo de la transformación, el contenido de grasa se modifica hasta alcanzar el porcentaje deseado. Cuanta más grasa, más intenso será el sabor.
La Asociación Alemana de Nutrición (DGE) recomienda que los adultos consuman entre 200 y 250 g de leche y productos lácteos al día. Esto se debe principalmente a las proteínas de alta calidad de la leche, así como al calcio y la vitamina B2. El contenido en calcio y proteínas de la leche es independiente de su contenido en grasa y de su transformación.
De la vaca al supermercado: ¿cómo se conserva la leche?

Hoy en día, el viaje del establo al frigorífico suele ser bastante largo: una vez ordeñada, la leche, con todas sus proteínas y nutrientes, debe conservarse para que sobreviva a su siguiente viaje. Para ello, se calienta (a 72 °C como mínimo, según el proceso, o incluso más) con el fin de eliminar los gérmenes no deseados; este proceso se denomina pasteurización. En la leche refrigerada del supermercado solemos encontrar la información "vida útil más larga". Esto indica que se trata de leche ESL. ESL son las siglas en inglés de vida útil prolongada.
En cuanto se abre la leche -independientemente de que sea leche fresca, leche ESL o leche UHT-, por lo general sólo se conserva unos días y debe guardarse siempre en el frigorífico. La leche se mantiene fresca durante mucho más tiempo en los electrodomésticos Liebherr, conservando todas sus proteínas y nutrientes. Nuestras cajas fuertes BioFresh mantienen temperaturas especialmente bajas, justo por encima del punto de congelación, y una humedad regulada con precisión. Estas condiciones ralentizan considerablemente el crecimiento de microorganismos y el proceso natural de deterioro. Como resultado, incluso la leche abierta se mantiene fresca más tiempo que en un frigorífico convencional, sin conservantes adicionales.
Si la leche huele o sabe agria, o se está espesando, esto indica una mayor formación de microorganismos. Dicho esto, esto no significa necesariamente que sea peligroso para la salud. Se aconseja a los grupos de riesgo, por ejemplo embarazadas, ancianos y enfermos, que vayan sobre seguro y no consuman leche agria. Otros pueden comprobar mediante una prueba de ebullición si se ha agriado hasta el punto de que ya no sea apropiado utilizarlo para cocinar u hornear. Para ello, hierve un poco de leche en un cazo; si se cuaja, ya no está fresca.
*Todas las especificaciones indicadas deben considerarse como valores orientativos y dependen en cada caso del tipo de alimento y del almacenamiento adecuado sin interrupción de la cadena de frío desde la cosecha/producción hasta el electrodoméstico Liebherr. En caso de que los productos alimenticios tengan información sobre la fecha de caducidad mínima, siempre se aplica la fecha que figura en el envase.
*Todas las especificaciones indicadas deben considerarse como valores orientativos y dependen en cada caso del tipo de alimento y del almacenamiento adecuado sin interrupción de la cadena de frío desde la cosecha/producción hasta el electrodoméstico Liebherr. En caso de que los productos alimenticios tengan información sobre la fecha de caducidad mínima, siempre se aplica la fecha que figura en el envase.


