
Insectos: ¿la proteína del futuro?
Hamburguesas hechas con gusanos de búfalo, saltamontes en brochetas o gusanos de la harina en chocolate: lo que hace unos años parecía una prueba de valor, hoy no tiene nada de extraño: alimentos hechos con insectos comestibles. ¿Son realmente los animales de seis patas tan ecológicos y sanos como se dice? ¿Qué nutrientes y proteínas contienen los insectos? ¿Hasta qué punto son seguros para el consumo y en qué hay que fijarse al comprarlos? Aquí encontrará respuestas a éstas y otras muchas preguntas sobre insectos.
Los puntos clave
- Los insectos aportan proteínas de alta calidad, ácidos grasos insaturados, fibra e importantes micronutrientes como hierro, zinc y vitaminas del grupo B.
- El sabor y el contenido en nutrientes difieren significativamente en función de la especie, el hábitat y la fase de desarrollo.
- La compra de insectos no criados para el consumo, por ejemplo en tiendas de animales especializadas, no se recomienda por razones de higiene.
- Las personas alérgicas a los ácaros del polvo doméstico o a los crustáceos deben tener cuidado al comer insectos.
Grasa, fibra y proteínas: lo que ofrecen los insectos
En todo el mundo se consumen unos 2.000 tipos diferentes. Son especialmente populares los escarabajos, que suelen comerse en forma de larvas y pupas, o los himenópteros, como abejas, avispas u hormigas. Aquí, todas las fases de desarrollo del animal son aptas para el consumo. Los ortópteros (que significa "alas rectas") son un orden de insectos muy utilizado en alimentos. Este orden incluye saltamontes, grillos y langostas.
En comparación con la carne, los nutrientes de los insectos destacan especialmente en términos de fibra y proteínas. Además, los insectos no tienen nada que envidiar a las carnes convencionales en cuanto a contenido nutricional. La mayoría de los insectos contienen proteínas de alta calidad, grasas y mucha fibra. El contenido medio de proteínas de los insectos suele oscilar entre el 35 y el 61 %, y algunos insectos de alas rectas llegan a contener hasta un 77 %. Algunos tipos de insectos también tienen un alto contenido en ácidos grasos insaturados, e incluso pueden competir con algunos tipos de pescado. Dependiendo de la especie de insecto, también están presentes micronutrientes como hierro, magnesio, cobre, manganeso, fósforo, selenio y zinc. Incluso las vitaminas del grupo B, como la B6 y la B12, están presentes en los insectos, a veces en grandes cantidades. Sin embargo, hay que recordar aquí que la diversidad de los insectos se refleja también en su espectro de proteínas y nutrientes, lo que significa que los insectos tienen valores nutricionales y sabores diferentes según la especie, el alimento, el hábitat y su fase de desarrollo.

Insectos sanos con muchas proteínas como posible fuente de alimento
En los países europeos, los nuevos alimentos deben superar ciertos obstáculos legales antes de llegar a nuestros platos. Sólo pueden introducirse en el mercado europeo alimentos completamente seguros, lo que significa que la aprobación de nuevos alimentos, como los insectos, lleva su tiempo. Ahora, sin embargo, la autoridad competente ha autorizado el consumo en Europa de gusanos de la harina, saltamontes y grillos, por citar sólo algunos.
Hay una gran variedad de productos procesados a base de insectos, como barritas hiperproteicas, fideos o hamburguesas, que se han abierto camino en el mercado, ¡así que ya ni siquiera reconocerá a estos pequeños y sanos bichos! Sin embargo, si prefiere comprar insectos enteros, es más probable que los encuentre en tiendas en línea. Nota: aunque los precios sean tentadores, no recurras a muestras de la tienda de animales o incluso a insectos que hayas encontrado tú mismo Pueden contener gérmenes y parásitos porque no se criaron para el consumo humano. Los alérgicos deben ser precavidos a la hora de consumir insectos. Esto se debe a que si es alérgico a los ácaros domésticos o al marisco, también puede serlo a los insectos.
Para satisfacer las necesidades proteínicas de la creciente población mundial en el futuro, se necesitarán fuentes de proteínas alternativas a la carne y el pescado. Los insectos se promocionan una y otra vez como medio para combatir el hambre en el mundo. Esto se debe a que necesitan mucho menos espacio, consumen menos agua y producen muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que los mamíferos y las aves de corral. No obstante, hay que tener en cuenta que para criar insectos se necesita una temperatura determinada, que a menudo no existe en los países europeos. Por ejemplo, en Europa las instalaciones deben calentarse intensamente durante varios meses para producir las proteínas y los valores nutritivos de los insectos, lo que requiere mucha energía. La cuestión del bienestar animal en la cría de insectos tampoco se ha aclarado aún definitivamente.


