Refrigeración y congelación

Canónigos: calorías, vitaminas y nutrientes

¿Sabía que los canónigos tienen muchos nombres diferentes en Alemania? Ya sea Ackersalat (ensalada de maíz), Nüsschen (ensalada de campo) o Rapunzel (ensalada Rapunzel), las tiernas hojas de color verde oscuro de esta popular ensalada de invierno son una sensación de sabor y están repletas de valiosos minerales y vitaminas. Pero, ¿por qué es tan beneficioso para nuestra dieta? ¿Y cómo debe conservarse correctamente para que se mantenga crujiente el mayor tiempo posible? En este artículo, aprenderá todo sobre los beneficios para la salud de los canónigos, así como consejos para su conservación y preparación óptimas.

Tiempo de almacenamiento*

Cajón BioFresh Fruit & Vegetable
justo por encima de 0 °C con alta humedad
19 días
Cajón EasyFresh
7 °C con placa de regulación de aire
7 días
Compartimento frigorífico
7 °C
2 días
Compartimento congelador
-18 °C
no recomendado

Canónigos: los puntos clave:

  • El mayor contenido de hierro entre las lechugas (2 mg/100 g)
  • Alto contenido en vitamina C (35 mg/100 g)
  • Minerales valiosos: potasio (421 mg/100 g), magnesio (13 mg/100 g) y calcio (35 mg/100 g)
  • Bajo en calorías: 18 kcal, 0,8 g de hidratos de carbono, 1,8 g de proteínas, 0,4 g de grasa por 100 g
  • El almacenamiento óptimo es importante: las innovadoras tecnologías de refrigeración prolongan la vida útil

Los canónigos y sus beneficios para la salud

Los canónigos no sólo son una delicia para el paladar, sino también una auténtica fuente de nutrientes. Contiene el mayor contenido de hierro de todas las variedades de lechuga, un mineral esencial que transporta el oxígeno por todo el cuerpo. Con 2 mg de hierro por 100 g, contribuye de forma significativa a ello. El organismo puede absorber el hierro especialmente bien en combinación con la vitamina C. Y los canónigos son especialmente ricos en esta vitamina: su contenido (35 mg/100 g) es tres veces superior al de la lechuga, que refuerza el sistema inmunitario y favorece el desarrollo de los huesos y el tejido conjuntivo.

Además de estas vitaminas, los canónigos aportan minerales valiosos como el potasio (421 mg/100 g), el magnesio (13 mg/100 g) y el calcio (35 mg/100 g). El magnesio desempeña un papel fundamental en los músculos, los nervios y el sistema inmunitario. Con sólo 18 kcal, 0,8 g de hidratos de carbono, 1,8 g de proteínas y 0,4 g de grasa por 100 g, los canónigos son también una opción ideal para una dieta sana y consciente de las calorías. Su fibra favorece una buena digestión.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta algunos aspectos. Al igual que otras verduras de hoja, los canónigos almacenan nitratosdel suelo, que en determinadas condiciones pueden convertirse en nitrosaminas, consideradas potencialmente nocivas para la salud. No obstante, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos no desaconseja a los adultos el consumo de verduras que contengan nitratos; al contrario, se recomienda expresamente una dieta variada con abundantes verduras frescas. Si quiere ir sobre seguro, elija canónigos ecológicos cultivados al aire libre, ya que suelen tener un menor contenido en nitratos.

Comer sano con canónigos: conservación y preparación

Los canónigos son uno de los tipos de lechuga más delicados y deben consumirse lo más frescos posible. Los canónigos sólo se conservan tres días en el compartimento frigorífico normal. Con el cajón EasyFresh, puede prolongar la conservación hasta siete días regulando el suministro de aire. En el Compartimento BioFresh a una temperatura ligeramente superior a 0°C, sus canónigos se mantendrán frescos hasta 19 días. Si la ensalada se ablanda un poco, puede refrescarla con un baño rápido de hielo para que vuelva a estar crujiente.

Como la arena y la tierra suelen acumularse entre las delicadas rosetas de hojas, es esencial una limpieza a fondo. Lo mejor es pasar la ensalada varias veces por agua fría en lugar de enjuagarla bajo el grifo, ya que las delicadas hojas pueden dañarse fácilmente. A continuación, séquelas en un centrifugador de ensalada o deje escurrir las hojas sobre un paño de cocina.

Los canónigos se comen tradicionalmente crudos, pero también son adecuados como ingrediente en platos creativos. Su aroma a frutos secos armoniza especialmente bien con ingredientes fuertes y picantes como el beicon, el queso de cabra, los frutos secos tostados o los aliños salados. También son muy populares las combinaciones con componentes afrutados como manzana, pera o granada. Además de prepararse de forma tradicional como ensalada, los canónigos pueden utilizarse como sustitutos de las espinacas en platos calientes. Esta verdura de hoja verde puede utilizarse incluso como base para un pesto aromático o en batidos.

Cuando se consume crudo, sus nutrientes sensibles al calor, como la vitamina C, se conservan de forma óptima.

Para evitar que las hojas tiernas se marchiten antes de comerlas, añada el aliño justo antes de servir.

Embarazo y canónigos: vitamina C y ácido fólico

Los canónigos son una fuente de nutrientes especialmente valiosa durante el embarazo, ya que son ricos en vitaminas y minerales esenciales. Destaca su alto contenido en ácido fólico, una vitamina B que desempeña un papel fundamental en la división celular y el desarrollo del sistema nervioso del bebé.

Con 145 µg de ácido fólico por 100 g, los canónigos contribuyen de forma significativa a satisfacer las mayores necesidades de las mujeres embarazadas. Durante el embarazo, la ingesta diaria recomendada aumenta a 550 µg, por lo que es aconsejable incluir regularmente en la dieta alimentos que contengan ácido fólico.

Además, los canónigos contienen grandes cantidades de betacaroteno, que se convierte en vitamina A en el organismo y es importante para el desarrollo saludable de la vista del feto.

Las mujeres en período de lactancia también se benefician de la riqueza en nutrientes de esta lechuga, ya que sus necesidades de vitamina A son aún mayores, 1500 µg al día. Además, las mujeres lactantes necesitan 450 µg diarios de ácido fólico para satisfacer la mayor demanda de producción de leche. Por lo tanto, el consumo regular de canónigos puede ayudar a aportar al organismo las vitaminas esenciales después del parto.

Sin embargo, las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado en lavar bien los canónigos para eliminar cualquier rastro de gérmenes o pesticidas.

FAQ - canónigos

Su alto contenido en vitamina C, ácido fólico y hierro lo convierten en un valioso complemento de una dieta sana. Gracias a sus numerosos minerales, como el potasio y el magnesio, favorece el sistema cardiovascular y promueve una digestión sana. Los canónigos también son bajos en calorías pero ricos en fibra. Con su alto contenido en ácido fólico, contribuye al desarrollo saludable del bebé, especialmente durante el embarazo. La mejor época para consumir canónigos frescos es el otoño y el invierno, ya que aportan valiosas vitaminas incluso en los meses fríos.

En general, los canónigos son sanos, pero hay situaciones en las que se recomienda precaución. Si no se lava a fondo, puede contener gérmenes o residuos de pesticidas. También contiene ácido oxálico y nitrato, que pueden ser problemáticos en grandes cantidades, sobre todo para los niños pequeños o las personas con problemas renales. Si los canónigos tienen un aspecto mustio o un olor desagradable, no deben consumirse. La frescura y la higiene también son importantes durante el embarazo.

Sí, los canónigos son una buena fuente de hierro de origen vegetal y contienen alrededor de 2 mg de hierro por 100 g. El organismo puede absorber mejor el hierro sobre todo si se combina con vitamina C, que también abunda en los canónigos. Esto significa que los canónigos favorecen la formación de la sangre y previenen la fatiga y la carencia de hierro. Los canónigos pueden ser un valioso complemento de la dieta, especialmente para personas con mayores necesidades nutricionales, como las embarazadas o los veganos.

*Todas las especificaciones indicadas deben considerarse como valores orientativos y dependen en cada caso del tipo de alimento y del almacenamiento adecuado sin interrupción de la cadena de frío desde la cosecha/producción hasta el electrodoméstico Liebherr. En caso de que los productos alimenticios tengan información sobre la fecha de caducidad mínima, siempre se aplica la fecha que figura en el envase.

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