
Bebidas fermentadas: redescubra las ideas de siempre
Lo agrio te hace feliz y, en este caso, puede incluso hacerte sano. Las bebidas fermentadas ofrecen experiencias gustativas nuevas y tradicionales que pueden ser beneficiosas para la salud. En este artículo, te revelamos cuáles son estos beneficios y qué opciones tienes a tu alcance en lo que a bebidas fermentadas se refiere.
Los puntos clave
- Efecto probiótico: las bebidas fermentadas favorecen la flora intestinal y favorecen la digestión.
- Refresco natural: las bebidas fermentadas ofrecen una alternativa saludable a los refrescos.
- Conservación más prolongada: la fermentación mantiene las bebidas frescas de forma natural durante más tiempo.
- Hecho en casa o comprado: desde kombucha hasta kéfir, encontrará una amplia selección en las tiendas o simplemente haga el suyo propio.
Limonadas fermentadas y compañía: ¿qué hay detrás?

Ácidas, efervescentes, naturales y únicas: así puede describirse el sabor de las bebidas (casi) sin alcohol fermentadas con ácido láctico o acético. Este antiguo proceso de fabricación goza actualmente de gran popularidad. Además de una excitante experiencia gustativa, la leche y las bebidas fermentadas con vinagre también tienen mucho que ofrecer a nuestra salud Estas bebidas fermentadas se consumían ampliamente hace miles de años, aunque aún no se conocían sus beneficios. En Egipto y Oriente Próximo ya se consumían bebidas de bajo contenido alcohólico fermentadas con leche y vinagre en el Neolítico. En Europa, las bebidas alcohólicas como el vino y la cerveza se producían principalmente por fermentación. Aunque en aquella época el proceso se utilizaba principalmente con fines de conservación, los aspectos sanitarios son más relevantes hoy en día. Las bebidas fermentadas forman parte indispensable del surtido del supermercado y, para algunos, de su propio frigorífico.
La fermentación es la transformación química de sustancias orgánicas por microorganismos como levaduras, bacterias y hongos. En ausencia de aire, convierten el azúcar en ácidos, alcohol o dióxido de carbono a temperatura ambiente. Los ácidos eliminan las bacterias nocivas que podrían estropear la bebida. Fermentar una bebida hace que dure más.
Bebidas fermentadas: ¡una auténtica fuente de probióticos!
Las bebidas fermentadas con leche y vinagre se consideran una alternativa sana y natural a los refrescos carbonatados artificialmente. Las limonadas pueden producirse por fermentación, por ejemplo. Las bebidas fermentadas son especialmente populares porque pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal, lo que tiene un efecto positivo en la digestión. Debido a la gran cantidad de probióticos que contienen. Se trata de microorganismos presentes de forma natural en nuestra flora intestinal. Su función es aportar enzimas para descomponer los alimentos, vitamina K, determinadas vitaminas del grupo B y minerales. Los probióticos también previenen la acumulación de levaduras y bacterias patógenas e inhiben las inflamaciones.
Además de estos beneficios para la salud, el sabor también desempeña un papel importante. Si le gustan las bebidas aromatizadas y busca algo distinto al té sin azúcar, las bebidas fermentadas pueden ser justo lo que necesita. Se pueden utilizar diversos ingredientes, como frutas, hierbas o especias, para crear sabores individuales que van desde el ácido y afrutado hasta el ligeramente ácido.
¿Haces tus propias bebidas fermentadas o las compras?

Existen muchas variedades de bebidas fermentadas, que puedes comprar o preparar tú mismo. Una de las bebidas fermentadas más conocidas es la kombucha, que tiene su origen en Asia. Se trata de una bebida gaseosa elaborada con té negro o verde azucarado y el "hongo" kombucha. Al cabo de una o dos semanas, el hongo de la kombucha fermenta y se convierte en una bebida carbonatada, que también puedes preparar tú mismo en casa.
El kéfir es otra bebida fermentada. Es una bebida láctea ácida elaborada mediante la fermentación de leche de vaca o cabra con pequeños granos de kéfir. Esta bebida fermentada se encuentra en la sección de frigoríficos y congeladores de todos los supermercados.
También se pueden preparar zumos fermentados y limonadas en casa. Llena un tarro limpio con un puñado de tu fruta favorita. Añade una cucharada de miel y otra de suero de leche y, si lo deseas, algunas hierbas, como menta o romero. A continuación, llene la mezcla con agua y déjela reposar a temperatura ambiente durante dos o tres días. Los refrescos terminados se conservarán hasta una semana en su frigorífico combi. Pruébelas todas y encuentre su bebida fermentada favorita


