¿Qué hace falta en la imagen?

¡Exacto! No hay ninguna grúa de construcción a la vista. Al menos ninguna grúa de construcción en el sentido clásico. En su lugar, aquí trabajan dos de nuestras grúas telescópicas sobre orugas más pequeñas. Las dos Liebherr LTR 1060 trabajan en la construcción de un edificio de viviendas de varias plantas. Estuvimos allí y echamos un vistazo a esta insólita aplicación.

Lo confesamos: a veces retocamos las molestas grúas de construcción que aparecen en las fotos. Pero en este caso, les prometemos que no. De hecho, sólo las dos grúas sobre orugas con pluma telescópica (LTR) de Liebherr dominan la obra de Leatherhead, al suroeste de la metrópoli británica. Nuestro cliente, la empresa de grúas Q Crane & Plant Hire Ltd, con sede en Oldham, cerca de Mánchester, utilizó allí dos de sus LTR 1060 durante unos meses para el proyecto. Ambas han asumido todos los trabajos de las grúas de construcción normales. E incluso más. Esto se debe a que en el almacén de materiales situado fuera de la propia obra también se trabaja con las grúas sobre orugas. Los camiones cargan y almacenan allí los materiales de construcción suministrados, que posteriormente son enganchados por las grúas y transportados allí donde se necesitan.

Desde trabajos de hormigonado hasta transporte de materiales: una grúa para todos los casos

«Son precisamente estas tareas de recogida y transporte las que hacen, junto con su función de equipo de elevación, que nuestras grúas LTR sean tan prácticas y versátiles», opina Eduard Mincu, gruista de Q Crane, que maneja una de las dos LTR 1060. Eduard lleva diez años en el negocio de las grúas. Al principio, aquí en la obra de Leatherhead, tenía que recorrer largas distancias con su máquina. «Al principio, teníamos que recorrer distancias de, a veces, más de cien metros con carga en el gancho. Con las tareas actuales en el patio interior, a menudo solo tenemos que desplazarnos diez o veinte metros». Hoy, Eduard está levantando con su máquina material de encofrado y piezas prefabricadas de hormigón, mientras que la segunda grúa telescópica sobre orugas, situada en el lado opuesto, proporciona suministros para el hormigonado con eficacia. A lo largo del día, llegan hormigoneras para llenar el cubo de hormigón del gancho de la grúa por la abertura que queda en el atrio del nuevo edificio. A continuación, la LTR 1060 se desplaza casi hasta el otro extremo del patio interior y entrega el material a los ferrallistas que se encuentran en la parte superior. Actualmente se está construyendo el techo de la tercera planta.

Julius Lewis contempla satisfecho su edificio de hormigón, que crece rápidamente. Trabaja para Watkin Jones plc, una gran constructora británica especializada también en el alquiler de viviendas. En el proyecto de Leatherhead, Lewis es subdirector de obra. «Con las grúas de uso universal estamos avanzando bastante bien. Las dimensiones de la zona son enormes: estamos construyendo 214 apartamentos en cuatro plantas. Normalmente habríamos necesitado dos o tres grúas torre para llegar sin problemas a cada lugar de la superficie», nos cuenta. «Pero habríamos tenido que montar las grúas de construcción en una fase muy temprana y solo hubiéramos podido desmontarlas una vez finalizado el proyecto. Las pequeñas grúas sobre orugas móviles nos ofrecen aquí más flexibilidad, también porque pueden desplazarse a cualquier punto de la obra. Hay que llevar todo el material desde el almacén a la obra. Y estas son sin duda las máquinas apropiadas para este proyecto».

Su jefe y gestor de proyectos, Ian Kelly, tiene una opinión similar. «Ante todo, las LTR 1060 se utilizan por su gran movilidad, pero también para mantener bajo control los costes del trabajo de la grúa. Por razones de logística, las grúas torre que nos hemos ahorrado habrían permanecido aquí mucho tiempo sin utilizarse. Solo necesitamos las grúas sobre orugas hasta que la estructura de hormigón esté terminada. Después, se marchan de nuevo». Kelly quiere seguir utilizando este tipo de grúa en el futuro. «Es la primera vez que trabajo con grúas sobre orugas de esta manera. Teniendo en cuenta mi experiencia aquí y las ventajas respecto a las grúas torre, sin duda volvería a utilizarlas en proyectos similares».

Por último, dejemos que Eduard Mincu, nuestro conductor de grúa, dé su opinión: «He trabajado con muchas grúas de otros fabricantes. Pero la LTR es sin duda mi favorita. Las numerosas opciones que ofrecen los programas de control hacen que la grúa sea muy cómoda. Tanto para levantar como para transportar materiales: la pequeña máquina ofrece lo mejor en términos de alcance y carga útil. Y eso incluso en pendientes de hasta cuatro grados. Es extraordinaria. Pero también es extraordinariamente práctica», afirma Eduard y añade: «Me encanta la LTR». Tiene que reírse a carcajadas por su espontánea declaración de afecto.

Este artículo fue publicado en la revista UpLoad 02 | 2023.