Volver a las raíces

Sin embargo, la LTC 1050-3.1, que a mediados de octubre recibió el encargo de montar grúas puente en la fábrica Liebherr de Ehingen en actual expansión, su lugar de nacimiento, no creas que quedó muy impresionada.

Más que tranquilamente, atravesó el portón de la fábrica, pasó por el área de montaje para envío donde obtuvo su rotulación blanca Scholpp y por el taller de pintura donde le dieron la pintura roja. Luego pasó por el área de montaje donde se ensambló con unas 20.000 piezas individuales hace dos años. La grúa especial compacta ni se inmutó cuando pasó por el campo de pruebas de grúas, a pesar de que en aquel entonces se dobló literalmente al exponerse a 25 % de sobrecarga. Pero aquí, su objetivo y su tarea era el montaje de una grúa puente de 20 m de longitud en el área de talleres de un edificio nuevo para los especialistas en inspección de superestructuras.

Fue mucho más emotivo cuando Stephan Burkhardt, director operativo de la empresa de grúas y transportes Scholpp y desde hace 30 años activo en el negocio, se reunió en el mismo lugar con el equipo de montaje de las grúas puente Abus, ya que se conocen y aprecian desde hace años. Ambas empresas tienen un contrato marco para montajes en Baden-Württemberg. También estuvo presente Christian Heese, que ha montado alrededor de 6.000 grúas puente para Abus en los últimos 27 años y ahora se concentra sobre todo en la formación de la próxima generación.

Tuvimos el placer de hablar con estos dos «veteranos» de la industria de las grúas y del montaje sobre los retos especiales que plantea el montaje de grúas puente. Están especialmente de acuerdo en un punto: el plumín debe destacar. Christian Heese lo explica: «Suele haber poco espacio entre la posición de montaje de la grúa puente y el techo de la nave. Cada centímetro de altura de elevación cuenta. Siempre usamos un plumín resistente en estos montajes».

Stephan Burkhardt añade: «El nuevo plumín de montaje de la LTC 1050-3.1 se ha mejorado notablemente para montajes de grúas puente. Nos alegramos de que Liebherr también haya aplicado aquí nuestras sugerencias. El plumín se monta rápidamente y es muy flexible, ya que en lugar del juego de poleas se puede instalar una traviesa para elevar la carga aún más hacia el techo de la nave».

El conductor de grúa René Reinsdorf montó precisamente esta variante cuando trabajaba en la nueva nave del campo de pruebas de grúas de Liebherr: «Con la traviesa alcanzo la máxima altura». A continuación, el montaje de la grúa puente de una sola viga de seis toneladas se realiza sin problemas. «La LTC 1050-3.1 está diseñada para cargas mucho mayores y la traviesa puede soportar 25 toneladas», explica Reinsdorf.

Otro requisito importante para la grúa durante los trabajos en naves son las cargas pesadas telescopables, ya que la pluma debe empujar la carga hacia la posición de montaje. La LTC 1050-3.1 de Scholpp tiene una pluma de 6 tramos telescópicos y 36 metros de longitud con el sistema telescópico TELEMATIK, que ofrece una gran capacidad de elevación telescópica. Christian Heese, sin embargo, prefiere las plumas con sistema de telescopaje con mecanismo de cable: «De esta forma, el telescopaje es simplemente más rápido. Esto tiene ventajas cuando hay que realizar muchas elevaciones en sucesiones rápidas».

«En el montaje de grúas puente individuales, la velocidad telescópica no es tan decisiva. Para nosotros, lo importante es la longitud de la pluma», explica Stephan Burkhardt. Puesto que tanto las plumas embulonadas como las plumas con sistema de telescopaje con mecanismo de cable tienen sus ventajas, Liebherr ofrece ahora la LTC 1050-3.1 con ambos sistemas. Las plumas con mecanismo de cable,sin embargo, están limitadas a cuatro tramos telescópicos. Por esta razón, esta variante dispone de una pluma telescópica de 31 metros en la LTC 1050-3.1, cinco metros menos que la variante TELEMATIK embulonada. También se pueden conseguir grandes capacidades de carga telescópica con la pluma con mecanismo de cable.

René Reinsdorf tiene poco más de 20 años y ya ha completado 3 años de formación en Scholpp. «Normalmente conduzco otra grúa Liebherr, pero el cambio a la LTC no presenta problemas porque los mandos son los mismos en todas las grúas Liebherr». Está especialmente entusiasmado con la cabina elevable de la grúa compacta de 50 toneladas. «Me eleva hasta unos ocho metros. Desde ahí, por supuesto, puedo ver mucho mejor la situación de montaje». «La cabina de elevación es genial», confirma Stephan Burkhardt. «También el control remoto. Scholpp compra todas las grúas con control remoto. Con la LTC, sin embargo, también pedimos RemoteDrive. Esto permite controlar el chasis de la grúa desde el exterior y situar al operador exactamente donde tenga la mejor visión en los espacios confinados».

Este artículo fue publicado en la revista UpLoad 01 | 2023.