5 minutos - revista 02 | 2025
Érase una vez, hace 40 años …
En la primavera de 1984, la ciudad de Bad Wimpfen, en Baden-Wurtemberg, se vio sacudida por un incendio catastrófico: Un rayo destruyó todo el tejado de la Torre Azul, construida hacia 1170 como torre del homenaje occidental del palacio real.
Un año después, los especialistas se afanaban en colocar un nuevo tejado en el monumento emblemático de la ciudad balneario. Una LTM 1160 de Wiesbauer desempeñó un papel clave en esta operación.
La Torre Azul tiene 58 metros de altura y se alza en el centro histórico de Bad Wimpfen. Las carreteras de acceso son estrechas y el espacio en la obra es reducido. Un golpe de suerte: La LTM 1160 es compacta y maniobrable. Una vez que la máquina -la grúa todoterreno más potente del mercado en ese momento- estuvo en posición, el conductor de grúa y los ayudantes comienzan a colocar los apoyos de la grúa. Las vigas corredizas de apoyo y los cilindros de apoyo se extienden individual o conjuntamente. El proceso requiere que el conductor de grúa tenga experiencia y trabaje a conciencia para no poner en peligro al personal, la grúa y la carga en ninguna fase del trabajo. El vehículo de 6 ejes tarda 45 minutos en estar listo para usarse.
Una vez preparada la nueva estructura de 16 toneladas del tejado para su elevación, comienzan los trabajos: La plataforma giratoria se gira hasta su posición y la pluma telescópica con el plumín de celosía ya montado se extiende hasta una altura de elevación de 50 metros. En la LTM 1160, las extensiones individuales de la pluma telescópica están enclavadas neumática y mecánicamente. Esto hace que sus dimensiones sean muy estables y que la conexión sea rígida.
El conductor de grúa dirige el mecanismo de elevación hacia arriba con precisión. El proceso se controla constantemente en todas las fases mediante el limitador de par de carga electrónico. Las pantallas digitales proporcionan información sobre el peso real de la carga, el radio de trabajo y la longitud de pluma.
Um montaje de grúa de este tipo no es algo habitual en 1985 y atrae a mucha gente de Wimpfen, que captaron el acontecimiento con cámaras fotográficas y de cine. El alcalde, Klaus Czernuska, dijo: “El año pasado organizamos todos los trabajos preparatorios para la reconstrucción. Hoy, 8 de mayo, estamos en condiciones de completar toda la estructura del tejado. Es un acontecimiento muy importante para nuestra ciudad, porque la Torre Azul es el punto de referencia de Bad Wimpfen”.
Una instrumentación clara y un cómodo sistema de control en el apoyabrazos permiten al conductor de grúa concentrarse en lo esencial durante la elevación. Como la estructura del tejado desaparece de su campo de visión, recibe por radio todas las instrucciones del supervisor de la obra mientras gira la carga hasta su posición con precisión milimétrica.
Este es el tercer tejado de la Torre Azul. Tras una construcción gótica y una cúpula barroca, se optó por una réplica fiel de la cercha quemada de estilo románico. Ahora, la pericia de los carpinteros determina la precisión de las dimensiones de la construcción. Una vez que el compuesto de madera ha resistido el proceso de elevación sin alabearse, puede insertarse en el anclaje con un ajuste perfecto siguiendo las instrucciones del radio.
Los tejados de las cuatro torres de esquina del perímetro de la torre resultaron tan dañados en el incendio del año pasado que también serán sustituidos. El plumín lateral de 20 metros de longitud es necesario para montar los techos puntiagudos de 3,3 toneladas en la pluma telescópica de 44 metros de longitud. La moderna tecnología de la grúa facilita enormemente el montaje del techo de la torre a los especialistas. Por ejemplo, la grúa móvil dispone de un sistema de control electrohidráulico para movimientos de grúa progresivos y sensibles.
El campanario, con su aguja puntiaguda cubierta de pizarra y su campana de 800 kilogramos, pesa más de siete toneladas. Con una altura de elevación de 64 metros, este componente también llega a su destino. La noche del incendio, la campana se había salido de su anclaje y causó daños al caer dentro de la torre.
Gracias a la tecnología punta de las grúas y a la excelente cooperación entre el explotador de la grúa y los carpinteros, el montaje de la torre, que no era tarea fácil, se completó en un solo día. “Ahora por fin tenemos de nuevo nuestra Torre Azul, y eso significa que todos podemos volver a dormir bien en Wimpfen”, dice Klaus Czernuska feliz.
“Las obras son cada vez más difíciles y más altas. Cada vez dependemos más de las ayudas técnicas, sobre todo en la renovación de edificios antiguos y en las grandes construcciones. Llevamos años trabajando con grúas Liebherr. Elevan nuestra estructura de madera hasta su posición con precisión milimétrica. Estamos muy satisfechos y nunca hemos tenido dificultades”, informa uno de los carpinteros.
Este artículo fue publicado en la revista UpLoad 02 | 2025.
